jueves, 27 de marzo de 2008

Espiral Ambidextra. 2008
En la naturaleza podemos apreciar la belleza de esta curva logarítmica en la formación de algunas conchas animales, y en la anatomía de algunos cuernos, uñas y dientes. Algunos animales como el halcón se aproximan a la presa según una espiral logarítmica: su mejor visión está en ángulo con la dirección del vuelo; este ángulo coincidiría con el grado de la espiral. También los insectos volando con un ángulo constante a la fuente luminosa se aproximan a la luz según una espiral logarítmica. Los brazos de los ciclones tropicales, como los huracanes, también forman espirales logarítmicas. Nuestra propia Vía Láctea, se cree que tiene cuatro brazos espirales mayores, cada uno de los cuáles es una espiral logarítmica de unos 12 grados.